Cada línea de la butaca Sadira ha sido cuidada hasta el último detalle con el fin de generar una pieza actual y con gran impacto visual. Buscando el máximo confort, la butaca nos provoca la sensación de sentirnos completamente abrazados, invitándonos a relajarnos en ella gracias a su amplitud y su gran respaldo. El asiento y el respaldo están tapizados con diferentes colores. Las patas, que recubren todo el asiento, son metálicas de una sola pieza, solo disponibles en negro.
Sadira by Morten Georgsen.